Educación medioambiental: La semilla que plantamos hace 50 años, ¿empieza a florecer?

Durante años se han ido haciendo cientos de proyectos dirigidos a los jóvenes con el objetivo de conseguir un futuro con una población concienciada sobre los efectos negativos que tiene cada acto incívico que cometemos. Hoy en día el 80% de los jóvenes se preocupa por el medio ambiente, y busca destinos que sean respetuosos. ¿Es esto suficiente?

El comportamiento de la población indiscutiblemente ha cambiado. Todos esperábamos que nos dieran indicaciones sobre cómo hacerlo, pero finalmente empezamos a tomar la iniciativa, porque, si quieres un cambio, debes de empezarlo tú.

Desde entonces se ha centrado todo el esfuerzo en una educación para el futuro, como es el caso del exitoso proyecto Trashhack, una campaña mundial para disminuir la generación de residuos y aprender a reciclar de manera correcta, o ReCiBa, un programa que nació en Chile y que se extiende rápidamente por toda Sudamérica.

¿Qué resultados hemos conseguido y cómo beneficia esto al turismo?

Es cierto que, por ambas partes, empresas y particulares, se debía hacer un cambio. No podíamos pretender reducir nuestra huella si sólo teníamos acceso a establecimientos con repisas llenas de envases de plástico.

Y en este tiempo de incertidumbre sólo los más valientes se atreven a viajar. Y estos valientes son los que aman los productos sostenibles y los destinos comprometidos con el medio ambiente.

Según este artículo,  “el ‘Informe Juventud en España 2020’, elaborado por el INJUVE a jóvenes de entre 14 y 29 años, el 76% de los encuestados presenta mayor sensibilidad hacia políticas y actitudes medioambientalistas”. (Podéis encontrar más datos de otros países en este artículo de la revista Magisterio.)

Estos son los clientes que buscan las empresas del turismo del futuro; y estos clientes buscan un sector que ofrezca “una mayor conciencia por los impactos en el destino”, como afirma Lluís Garay, doctor en Economía y profesor del Máster Universitario en Turismo Sostenible y TIC de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), en esta pequeña entrevista para El País.

Entonces, ¿qué hay de las empresas?

Dejando de lado la responsabilidad social corporativa, la reformulación de los negocios es esencial para adaptarse a la demanda que se nos viene. Muchas empresas llevan luchando años por este tipo de turismo; lo que antes era una opción, actualmente es una necesidad. Empresas como México Lindo Cooking, Esfera Viva o True Spirit se esfuerzan por seguir estas directrices y conseguir sus objetivos sostenibles.

Sin embargo, no son tantas como nos gustaría, o como sería de esperar. Sí que es cierto que Europa encabeza la lista aún con objetos a mejorar, pero quedan muy lejos más de la mitad del resto de países que tenemos en el mundo.

De la desesperación, a la acción: el Turismo Regenerativo

El turismo puede ser una herramienta positiva para el medio ambiente, incluso llegando al punto de promover el turismo regenerativo: un turismo que ya no solo trabaja por no dejar huella negativa en el territorio, sino que apuesta por mejorar el destino a través de la experiencia turística.

Todos los agentes estamos en continua búsqueda de un turismo que sea parte de la solución a los problemas medioambientales y sociales que vivimos actualmente. Aun así, sigue siendo un semillero.

La educación ambiental en el sector turístico no tiene un fin, mientras la vida humana siga su curso. Seguir sembrando, como cualquier granjero con sus tierras, para que sigamos viendo florecer resultados con cada primavera.

Os dejo un artículo de #EA26, que con los años que tiene, sigue haciéndonos reflexionar sobre el turismo y la educación ambiental.

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