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Los tres pilares del turismo sostenible, ¿no deberían ser cuatro?

[dropcap]N[/dropcap]os enseñan que el turismo sostenible se sostiene sobre tres pilares básicos: económico, social y medioambiental. No obstante, existen varios académicos y profesionales que ya desde hace tiempo admiten que debería haber un cuarto pilar diferenciado: el político.

Hablar de turismo sostenible y sus tres pilares nada más, nos permite realizar conjeturas que confían en el buen quehacer y buena fe de las personas, de las empresas socialmente responsables y de las que apuestan por la transición medioambiental y ecológica. Esto está muy bien pero, ¿es así verdaderamente cómo queremos lograr que el turismo sostenible salga de ese nicho en el que ha quedado rezagado y se normalice como turismo nada más?

No, así no lo lograremos. Se necesita un cambio de paradigma, un cambio en el sistema tan grande que únicamente puede llegar de la voluntad política. La gobernanza es fundamental si queremos avanzar por la sostenibilidad. Actualmente existen líderes políticos que apuestan por el desarrollo sostenible, a nivel local y global. El problema es que están desconectados, y desarticulados.

Costa Rica o Bután son ejemplos de gobernanza nacional positiva. Aún con sus más y con sus menos, son destinos donde la voluntad política trabaja codo con codo con todos sus stakeholders. En el otro lado de la balanza, el caso de Miami y la lucha de su alcalde contra el cambio climático, casi imposible bajo el mandato de Donald Trump; o Isla Holbox en México, donde el alcalde está pidiendo a gritos la autonomía sobre la actividad turística de la isla, en estos momentos en manos del gobierno municipal.

Sin la gobernanza adecuada no se logrará cambiar el sistema. Lo vemos en estos ejemplos y lo vemos en nuestro día a día. Deberían existir políticas que verdaderamente velen por los intereses del planeta y no por los intereses económicos cortoplacistas. Deberíamos trabajar bajo criterios realistas y adecuados a cada destino que permitan establecer los límites del crecimiento. La educación de la sostenibilidad es fundamental para poder seguir un camino ético que nos benefice a todos, para que el mensaje de normalizar el turismo sostenible en la práctica del viaje verdaderamente permee en todas las capas de la sociedad.

Los cuatro pilares se deben complementar los unos a los otros. Para ello es necesario que la economía les haga rodar formando una rueda uniforme que nos beneficie a todos, haciendo ver que la sostenibilidad es rentable y poniendo un valor a los recursos naturales, en lugar de ser tratados como meros objetos de consumo.

Necesitamos iniciar el camino hacía una economía descentralizada, donde los valores sociales se revitalizan y se vinculan, donde los recursos naturales se entienden como finitos y su degradación como un acto en contra de la propia vida, en contra de nuestro propio planeta. Nuestros políticos tienen que lidera el cambio que será seguido por los demás. ¡El mensaje tiene que llegar!