El ecoturismo como herramienta para recuperar el patrimonio salinero en la Bahía de Cádiz

El pasado mes de mayo tuve la oportunidad de ser “tester” en un fam trip organizado por DestiMED Plus project y MEET Network. Todos los años dichas organizaciones dan la oportunidad a bloggers, periodistas y profesionales del turismo entre otros, de poder evaluar un paquete ecoturístico “piloto” en diferentes destinos para su posible comercialización. Gracias a ello, pudimos comprender la importancia del ecoturismo como herramienta para recuperar el patrimonio salinero en la Bahía de Cádiz.

Nuestro destino fue la Bahía de Cádiz en el Sur de España y el hilo conductor del viaje fueron sus salinas. En nuestro caso fuimos un grupo de cuatro personas que proveníamos de Bruselas, Italia, Francia y España. 

Empezamos nuestro viaje alojándonos en un pequeño hotel boutique llamado Casa de Indias, hotel que complementa su función de alojamiento con el de centro de arte. Este hotel era una casa palacio en el centro histórico del Puerto de Santa María y no podía ser más acogedor aunando tradición con modernidad. Con una luz natural que enamora no podías dejar de pasear viendo los cuadros que allí se exponían. César uno de sus dueños nos dio un trato familiar y muy cercano. El desayuno se servía en el patio interior. Siempre comenzando con fruta, panes de varios tipos, jamón serrano, aguacate, cafés, tés y un sinfín de cosas para darnos energía para comenzar el día.

La agencia de viajes que organizaba el paquete era Alsherry experiences, una agencia que diseña viajes a medida y personalizados, mostrando Cádiz al público extranjero desde otro punto de vista, lejos del turismo masivo ofreciendo experiencias locales auténticas. Junto con Salarte, ONG que tiene como objetivo la recuperación, conservación y revitalización de la marisma salinera y de las salinas artesanales, fueron nuestros anfitriones durante toda la experiencia.

Las salinas y la conservación de la biodiversidad

Durante nuestra estancia hicimos un recorrido por las diferentes salinas de la Bahía empezando por La Puerta de La Esperanza; donde Alejandro, Macarena y sus estudiantes nos mostraron como es posible aunar la actividad del ser humano con la conservación de la biodiversidad. Gracias al trabajo de investigación de la universidad de Cádiz comprobamos como las salinas han llegado a ser un territorio lleno de vida. Un hogar para criar y descansar para las aves como: flamencos, cigüeñuelas, charrancitos, avocetas y algas marinas, camarones, artemia entre otras muchas otras. 

Además, nos explicaron el funcionamiento de la salina y aprendimos sobre los elementos característicos de la actividad. Por ejemplo el cargadero de sal, esteros, compuertas tradicionales que regulan la entrada y salida de agua, y una pequeña casa salinera.

Conocimos una empresa familiar, llamada Estero natural, dedicada a la acuicultura la cual nos enseñó la diferencia entre las ostras de Francia y los Ostiones, ostra autóctona de cádiz.

Tradición y gastronomía

El segundo día del viaje conocimos a Manuel hijo; la cuarta generación de salineros en las Salinas de San Vicente activa desde 1870 y única vigente en San Fernando. Nos explicaron el proceso artesanal de la extracción de la sal y disfrutamos de un showcooking de la mano de Regli, su hermana; que nos enseñó cómo se hacen unas buenas tortillitas de camarones y un revuelto de salicornia. 

En el tercer día las Salinas Santa María de Jesús fueron las protagonistas. Una de las 49 que había en Chiclana y unas de las 149 de la Bahía de Cádiz. Son muy especiales porque que reciben a peques y adultos de todas las edades. Allí les enseñan las salinas, el huerto, el restaurante y su elemento diferenciador: el SPA natural utilizando las propiedades de la sal. Fomentan la economía circular ofreciendo en su restaurante el pescado que crían en el estero (la primera parte de las salinas).

Por último descubrimos las Salinas Marandbay que aúnan innovación con tradición. Nos mostraron una visión diferente y su concepto moderno combinando gastronomía en el restaurante con unas vistas espectaculares, arte con sus exposiciones y sostenibilidad ambiental recuperando espacio naturales.  

Todas ellas forman parte del proyecto MedArtSal. Tiene como objeto promover el desarrollo sostenible de las Salinas Artesanales apoyando los aspectos económicos, ambientales y de gobernanza. 

Tuvimos la suerte de poder disfrutar de un paseo en barco por la Bahía de Cádiz hasta la Isla del Trocadero; recordando toda su historia como punto clave para el comercio y la reparación de barcos. Descubrí algo que nunca había visto como es el Molino de mareas que se usaba para moler grano y posteriormente como zona de baño. 

Todo el viaje ha estado bañado por cultura local gaditana a raudales, productos de KM 0 en restaurantes de la zona y gente muy hospitalaria que hicieron del viaje inolvidable. 

El impacto del ecoturismo como herramienta para recuperar el patrimonio salinero en la Bahía de Cádiz

El ecoturismo no sólo es un catalizador para impulsar un turismo más responsable sino que impacta en diferentes sectores.  En este viaje queda reflejado como a través de la recuperación de un patrimonio salinero condenado al abandono por la revolución industrial, se ha puesto en valor el proceso artesanal de extracción de la sal; además de mantener el oficio de salinero y toda la cultura y el patrimonio etnográfico que gira a su alrededor. La recuperación de la industria ha servido como punto de partida para generar un ecosistema propicio para la fauna y flora marina que en su momento se vio desplazada por la acción del ser humano. Además alrededor de las salinas se crean proyectos de acuicultura y comercialización de algas para su consumo y uso cosmético; generando empleo y ofreciendo productos de calidad en el mercado de una forma sostenible. 

Por otro lado, todo lo anterior se cuenta para dejar un legado y que la información no se pierda a través de visitas guiadas creando un producto turístico de calidad aportando aprendizaje a todo aquel que lo disfruta. Obteniendo rentabilidad económica; no sólo de la actividad turística sino también de la actividad salinera, los restaurantes, las actividades escolares, etc generando empleo y un impacto muy positivo y de crecimiento en el territorio.

En mi opinión ha sido clave la unión entre todos los agentes locales para remar todos en el mismo sentido y luchar por un objetivo común: fomentar el ecoturismo como herramienta para recuperar el patrimonio salinero en la Bahía de Cádiz.

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