Descubrimos la propuesta que pone en valor el patrimonio corchero del Baix Empordà

Durante los meses de junio y julio se ha llevado a cabo en el Baix Empordà la actividad “Del árbol al tapón, del tapón a la mesa”, en la que se transmite a los visitantes la importancia que tiene el corcho en este territorio y el trabajo de los sacadores, nombre que reciben las personas que se encargan de sacar el corcho del alcornoque. Se trata de una tradición milenaria que se mantiene a lo largo del tiempo y, aunque es poco conocida, está muy arraigada al territorio; junio y julio es la única época del año en que se puede sacar el corcho. La actividad relaciona el medio natural con los sectores patrimonial, industrial, cultural y turístico. 

La mañana empieza con una demostración de saca de corcho en alguno de los bosques dentro del espacio natural protegido de las Gavarres. En nuestro caso, la localización escogida es un bosque del pueblecito de Llofriu. Al llegar al alcornocal después de una breve caminata, lo primero que nos explica el sacador es que no cualquier árbol sirve: el corcho debe tener un grueso y unas características óptimas que faciliten su extracción. Todo el proceso es manual, con lo que hay que ir con cuidado para no dañar al árbol, al mismo tiempo que se intenta sacar la máxima cantidad de corcho posible. Durante la demostración de saca de corcho se puede apreciar la fuerza, destreza y experiencia con la que trabaja el sacador. Entre las explicaciones se conciencia a los asistentes sobre la importancia de conservar los bosques y de mantenerlos activos y se enfatiza que el funcionamiento de la industria corchera reduce el riesgo de incendios forestales y la desertización en el Mediterráneo

Demostración de saca de corcho

La actividad continúa en el Museu del Suro de Palafrugell, donde nos espera un desayuno de sacadores con productos típicos de la zona: pan con tomate, quesos, embutidos y fruta. Antes de visitar la colección permanente nos deleitamos con la exposición temporal “Súber”, compuesta por fotografías de Manutrillo, fotógrafo andaluz que ha hecho una inmersión en el mundo de los bosques, especialmente de los alcornocales. La exposición muestra el trabajo en diferentes alcornocales del Mediterráneo e ilustra un trabajo común que engloba una gran diversidad cultural en los diferentes territorios en los que se desarrolla. Son 40 fotografías en blanco y negro centradas en los hombres y las mujeres que trabajan el corcho: sus miradas, sus manos y sus expresiones son las auténticas protagonistas. La exposición tiene el compromiso de mostrar los bosques mediterráneos como productos sociales y la “comprensión entre culturas como la única forma de abordar los problemas de conservación en el marco de la crisis global”.  

La visita guiada a través de la colección permanente del museo nos sumerge en el apasionante mundo de la industria del corcho, actividad económica fuertemente arraigada en el Empordà desde el siglo XVIII. La antigua fábrica en la que se encuentra ubicado el museo fue una de las más importantes de la primera mitad del siglo XX en el Estado español. A través de distintos espacios, los objetos y las fotografías nos cuentan la historia no solo de la industrialización y del proceso de conversión de la materia prima en el producto final, sino también las historias humanas que hay detrás: las distintas profesiones relacionadas con el corcho, como los maestros taperos (artesanos que fabricaban los tapones), la introducción de las mujeres al mundo laboral, el cooperativismo… La última parte de la exposición está compuesta por un espacio interactivo donde se puede experimentar, manipular y observar algunas de las propiedades físicas del corcho. 

Y como colofón, después de conocer todo el proceso de elaboración de los tapones de corcho, desde el árbol hasta la mesa, disfrutamos de una cata de vinos de la DO Empordà. A parte de degustar unos estupendos vinos, se nos propone un pequeño juego: identificar, con la ayuda de una guía de símbolos, qué empresa ha elaborado cada uno de los tapones que tapaban las botellas. 

Desayuno de sacadores

El corcho representa no solo un motor económico para la región, sino también un elemento vertebrador de un paisaje, indústria y forma de vida. En el Empordà son muchas las bodegas que organizan catas de vino en sus instalaciones, pero solo esta actividad organizada por el Museu del Suro de Palafrugell reivindica la importancia del corcho en el mundo vitivinícola. “Del árbol al tapón, del tapón a la mesa” es una actividad que nos conecta con el territorio, que nos recuerda que el paisaje no es algo ajeno a nosotros, sino que formamos parte de él y es nuestro deber cuidarlo y respetarlo. La del sacador es una ardua tarea que implica muchas horas de trabajo bajo el sol del verano. Es también un modo de vida, una profesión en contacto directo con la naturaleza en la que prima el respeto a nuestros bosques; una profesión que debería gozar de mayor reconocimiento. Así que, cuando descorches una botella de vino, recuerda todo el trabajo que hay detrás de lo que, a simple vista, parece solo un tapón. ¡Salud! 

 3 total views