Turismo sostenible, turismo comunitario, ecoturismo, turismo responsable, turismo equitativo… Estos términos están por todas partes y, sin embargo, siguen siendo relativamente desconocidos en su esencia. A veces víctimas de su peso semántico o de malos usos comerciales y de marketing, no siempre son unánimemente aceptados por el público. Hoy arrojamos luz sobre estos términos, cuya comprensión es tan importante como necesaria para evitar confusiones.
Malentendidos y confusiones: el origen
Para entender cómo hemos llegado a decir “todo es lo mismo”, tenemos que remontarnos
aproximadamente a los años 90, cuando la llegada del modelo de desarrollo sostenible se
encontró con la industria del turismo para hacer frente a los primeros efectos negativos
observados.
De esta unión nacerá el turismo sostenible, que engloba todas las formas de
turismo respetuosas con el medio ambiente y se preocupa por el bienestar de las poblaciones locales desde el punto de vista económico, social y cultural.
“El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas. ”Esta es la definición de los principios del turismo sostenible que se dio oficialmente durante la conferencia de Lanzarote en 1995.
A partir de este evento, la industria ha perdido el tren. Es decir, no ha sabido comunicar, sensibilizar e integrar a los proveedores para que estos puedan comunicarlo, campartirlo y así venderlo al público general. Así, el turismo sostenible, aunque representaba el potencial de un nuevo paradigma en la industria, se ha convertido en un producto de consumo de nicho.
Una comunicación que no ha sido adaptada
El término turismo sostenible fue originalmente una traducción directa del término inglés sustainable tourism, utilizado por las instituciones turísticas y los profesionales del sector. Posteriormente, su uso ha sufrido una desadaptación en la comunicación y el marketing para el mercado y, en ocasiones, un mal uso que se traduciría de greenwashing.
Así, de un uso profesional y académico, se ha convertido en un “comodín” que ha terminado por confundir al público, al carecer de información concreta y de una comprensión óptima de estas nuevas prácticas.
Turismo sostenible y turismo responsable: una sutil diferencia
En cuanto al turismo responsable, se refiere al enfoque responsable del turista o del operador turístico en su aproximación al turismo. La OMT utiliza este término para definir la responsabilidad de la gestión de las estructuras turísticas con respecto a su impacto económico, social y medioambiental, así como la responsabilidad directa del cliente y su conciencia social.
A partir de estos dos pilares se desarrollan posteriormente varios tipos de turismo. Existen
varias denominaciones, cada una de las cuales abarca uno o varios de los aspectos que se
tienen en cuenta en la filosofía del desarrollo sostenible y sus 17 objetivos.
El turismo sostenible como una gran familia, diversa y complementaria
Precisamente en esta gran familia del turismo sostenible encontramos a menudo el equívoco entre el turismo verde y el ecoturismo. Uno representa todas las actividades y ofertas turísticas vinculadas a la naturaleza y sus espacios verdes en general. Mientras que el otro engloba más sutilmente las nociones de ecosistema y ecología con ofertas que ponen en relación las formas de vida (humana, fauna y flora) con su entorno a través de la observación, la educación y la interpretación.
Para ir más allá en las definiciones de las formas de turismo que constituyen el turismo
sostenible, encontramos:
● El turismo comunitario es un tipo de turismo gestionado directamente por las
comunidades locales, según su propia organización, y en la que los beneficios de las
actividades recaen directamente en ellas de forma socioeconómica.
● El turismo participativo ofrece al viajero un papel diferente en el destino mediante
la participación activa en la vida local (a veces llamada voluntariado), reinventando la
relación entre el turista y la población local. También se refiere al hecho de implicar a
la población local en las actividades turísticas territoriales desarrolladas.
● El turismo humanitario permite mejorar las condiciones de vida de las poblaciones
locales, ofreciendo al viajero un compromiso óptimo a través de la ayuda financiera,
física, así como la transmisión de conocimientos.
● El turismo equitativo se inspira directamente del concepto de comercio equitativo,
donde la realización de una actividad turística se compromete a respetar los intereses
de las comunidades locales a nivel económico.
● El slowtourism, inspirado en la filosofía slowlife, propone una forma de consumo
turístico más suave a través del comportamiento del viajero y de los medios
utilizados.
● El agroturismo plantea una diversificación de las actividades en el sector agrícola,
acogiendo a los turistas en torno a varias actividades temáticas, y facilitando la
relación con los productores y la sensibilización sobre su entorno y sus condiciones.
Por lo tanto, hay que prestar una atención especial a los usos semánticos, a sus adaptaciones en la comunicación y a los métodos de marketing para evitar cualquier malentendido dentro de la industria, especialmente con el público en general. Un comportamiento consciente y responsable para emprender el turismo de forma diferente.
8 total views