[dropcap]E[/dropcap]l cambio climático es un tema demasiado importante como para ser rezagado en el olvido como uno de los últimos problemas a los que se enfrenta el turismo. En una de las ponencias de la feria ITB en Berlin la climatóloga Lucka Kajfez Bogatajaj de la Universidad de Liubliana y ex vicepresidenta del IPCC, expuso este tema de forma clara y sencilla: “Los seres humanos están cambiando el clima, 2016 fue el año más cálido jamás registrado, pero el año anterior también fue el año más cálido ¿seguiremos batiendo récords en el 2017 sin tomar acciones reales y concretas?”
Los cambios más dramáticos están ocurriendo actualmente en el ártico y en los mares, que se están calentando ya que el agua absorbe la mayor parte del calor de la atmósfera. El cambio climático no es una cuestión de nuestros nietos, es una cuestión de nuestra generación porque estamos viviendo y creando los principios de la sexta extinción. Tenemos el mensaje en las fotos que inundan las redes sociales, el cambio climático afecta en todas partes y destinos.
En realidad no estamos siguiendo el patrón de los 2 grados de calentamiento máximo establecido por el Acuerdo de Paris, estamos siguiendo un patrón que fácilmente alcanzará los 3 grados y esto ya sabiendo que el hecho de llegar a 2 grados no es seguro, es problemático. Necesitamos cambiar las políticas de todos los países ya que el aumento de 1.5 grados sería lo más seguro pero llegar 4 grados sería un completo desastre, – los impactos de esta máxima traerán consecuencias desastrosas para algunos países que llegarán a alcanzarán una temperatura media de 16 grados más caliente durante determinadas épocas del año.
Así vemos que para algunas regiones, esta diferencia que puede parecer de pocos grados para muchos, producirá un gran impacto que repercutirá a nivel mundial: sequía o reducción de la disponibilidad de agua tanto en islas como en zonas de interior, riesgos para la salud y para satisfacer una productividad agrícola de sustento, condiciones meteorológicas extremas, colapso de los ecosistemas y de los arrecifes de coral…
La tendencia indica que el turismo se está volviendo más verde y sostenible, sin embargo las emisiones mundiales de gases invernadero siguen creciendo a la par que crece la industria. El turismo no parece dar la importancia necesaria a la mitigación del cambio climático puesto que la política turística de (me atreveré a decir casi todos los países del planeta), está enfocada en maximizar el número de llegadas anuales. Esto crea una paradoja y es que las emisiones globales de CO2 necesitan disminuir en un 40-70% para 2050 mientras que la industria de los viajes se espera que crezca entre 60-70% para el mismo año.
Tenemos que aceptar que el clima está cambiando, necesitamos asegurarnos de que la resiliencia ecológica y climática se convierte en el núcleo de nuestras actividades. Debemos comenzar a planificar la mitigación a corto y medio plazo como algo serio y urgente, para evitar los impactos evidentes a los que nos estamos enfrentando (por ejemplo el colapso del turismo de nieve en los últimos años).
¿De verdad queremos salvar el planeta? Esto require una reestructuración de la gestión de destinos tradicional, reducir el consumo de recursos, enfatizar en la optimización de los mismos en vez de la maximización y sobre todo, ser artífices del cambio de comportamiento necesario tanto en la industria como en la sociedad.
Necesitamos ser parte de la solución, no del problema…
Este artículo recoge las ideas de la climatóloga Lucka Kajfez Bogatajaj durante su ponencia sobre cambio climático en la ITB Berlin 2017.
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