Los soleados días de invierno no sólo han mostrado una cálida estampa navideña, sino que también han dejado las estaciones de esquí con muy poca nieve. Y la que está, o es «vieja» –la que aguanta de otras nevadas de finales de noviembre– o ha sido generada con cañones de nieve artificial: las pistas de esquí con nieve artificial.
La estación de La Molina, por ejemplo, sólo tiene a estas alturas un 54% de pistas abiertas, que representan un total de 35 kilómetros esquiables. La estación, sin embargo, tiene hasta 513 cañones de nieve que permiten innivar 38 pistas (59% de toda el área esquiable).
«Las temperaturas más altas de lo normal» o «las dificultades con la nieve en La Molina», de momento han sido subsanadas en gran parte gracias a la producción de nieve. Ahora bien, el coste económico es alto: más de un millón y medio de euros, el año 2017, para producir nieve. También el ecológico: por cada metro cúbico de agua, sólo se obtienen dos metros de nieve (aparte de los compuestos químicos con los que se mezcla el agua).
Joan Vàzquez, presidente del colectivo ecologista Ipcena, denuncia que con la fabricación de nieve artificial se multiplica el volumen de agua extraída del Pirineo y el consumo energético. Además, cree que la sustracción de los recursos hídricos «altera las pluviometrías y el ciclo hidrológico en la montaña».
Sin embargo, el director de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Actividades de Montaña, Joaquin Alsina, relativiza el impacto y cree que no es relevante. «El agua, para la producción de nieve en el sector del esquí, es equivalente a usar agua para el riego en la agricultura». Un recurso con el que sostener una actividad económica.
Pero la extracción del agua no es la única crítica de los ambientalistas. Desde la entidad estatal Ecologistas en Acción también critican la pérdida de vegetación y alteración de los arroyos, así como los desarrollos urbanísticos que siempre acompañan a las estaciones (accesos viarios, túneles, aparcamientos, vivienda, hoteles, restaurantes, canalizaciones, cableado, sistemas de residuos…).
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Público: “El seco invierno abre el debate sobre el futuro y la sostenibilidad de las estaciones de esquí catalanas”.