Día Internacional para la Tolerancia: una reflexión al trabajo hecho para repensar el futuro

¿Cuánto has aprendido después de haber viajado? ¿Qué has aprendido? Más de una vez hemos escuchado cómo los clichés culturales llenaban las conversaciones, ya fuera para bien o para mal. Y esto es algo común, lógico por nuestra naturaleza de ser humano. Tendemos a juzgar algo para poder darle una explicación.

¿Qué cambia cuando viajamos?

Al salir de una zona de confort para conocer qué hay más allá, el conocer gente nueva y sumergirte en su cultura hasta el origen, logramos romper con estereotipos con los que hemos crecido. Sorprendentemente, les entendemos, porque todo tiene una razón de ser. Toda cultura tiene su razón de ser, porque tiene su historia, la cual ha ido moldeándola a lo largo de los siglos.

El turismo vivencial o turismo de inmersión

Turismo comunitario, ecoturismo, turismo rural, turismo vivencial… Todos estos tipos de turismo buscan que el visitante logre una relación estrecha con el anfitrión, para que ambos rompan con prejuicios y comprueben por ellos mismos que en sus valores ha surgido un nuevo estante: la tolerancia.

Los destinos vivenciales son lo más cercano a esa inmersión de la que hablamos que hace que el turista abra sus fronteras mentales incluso en un entorno cercano. En España, hay empresas como esta, que trabajan a un nivel más amplio, pero con los objetivos de conseguir una sostenibilidad mediante sus proyectos.

Un ejemplo de lo más chocante: Mejdi Tours

Entre otras empresas que siguen el mismo hilo, os pongo este ejemplo porque es, literalmente, una empresa que utiliza el turismo como herramienta para conseguir la paz. El activista Aziz Abuh Sarah, empezó proponiendo tours por Jerusalén junto a dos guías: uno judío y uno palestino. “El turismo es la mejor forma sostenible para derribar esos muros y para crear una forma sostenible de conexión mutua y de forjar amistades” (Puedes ver el vídeo completo aquí)

Aziz ha crecido como empresa y ahora ofrece tours alrededor del mundo, buscando ese mismo objetivo: la tolerancia. La sensación de tener el mismo objetivo en la vida, vengas de donde vengas. La ruptura de muros que no nos dejan ver más allá del prejuicio. La aceptación y consecución de la paz.

Día Internacional para la Tolerancia una reflexión al trabajo hecho para repensar el futuro

Tolerancia, ¿por ambos lados?

Nos centramos en las emociones del turista porque es nuestro cliente directo, pero siempre debemos de tener en cuenta el entorno. La huella que dejamos con nuestro trabajo puede ser muy grande, y eso no nos lo podemos permitir.

Hace ya unos años que sabemos de las molestias que ha causado el turismo directamente sobre la población local, porque nuestro centro de atención y, por tanto, esfuerzo, siempre se ha centrado en la satisfacción del turista. ¿Es que el habitante no es una parte de ese viaje?

La respuesta es . Es un factor clave en la experiencia del turista y un factor MUY clave en la consecución del objetivo de tolerancia entre dos culturas.

Según este artículo de Hosteltur, la OMT ha generado una explicación de las etapas de evolución de la reacción de la población local hacia el turismo, derivando en una última etapa que llamamos comúnmente turismofobia.

La OMT expone que “del análisis de estas etapas se desprende que mientras el volumen de turistas y los impactos acumulados se mantengan en los límites razonables, la actividad turística será aceptada por los residentes”.

Así que, finalmente, no solo basta con que el turista se informe de la cultura antes de llegar al destino, no solo basta con que respete las tradiciones y forma de vida. También es un factor muy importante que no se produzca tal masificación en el destino que perjudique la vida de la población local, al igual que el destino sepa atraer al tipo de turista deseado; un tipo de turista que busque esa inmersión cultural, porque al hacer turismo, también debemos de proteger nuestros recursos y respetar las formas de vida. Me permito declarar que el cliente ideal para estos destinos es aquel que busca experimentar el lugar.

Hay muchos ejemplos de empresas y emprendedores que promueven este tipo de turismo, sin embargo, es importante puntualizar que, a pesar de lo que siempre repetimos, que “viajar enseña tolerancia”,como dijo Benjamin Disraeli muy acertadamente, nos olvidamos de la importancia que tiene la población local en ello. El intercambio de emociones, las conexiones, no van hacia un mismo sentido; debe de haber un feedback, otra fuerza que vaya en el sentido opuesto para que se cree esta conexión.

Por tanto, ahora que hemos promovido la tolerancia a viajeros, ¿no deberíamos de promover acciones entre la población local?