Cabrera, protegiendo una joya natural de nuestro Mediterráneo

El parque nacional marítimo-terrestre del Archipiélago de Cabrera es una de las joyas más importantes del nuestro Mediterráneo. Fue declarado parque nacional el 29 de abril de 1991, además de Zona de Especial Protección para las Aves, Zona Especial de Conservación (Red Natura 2000) y también, Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (Convenio de Barcelona para la protección del Mar Mediterráneo). El archipiélago está compuesto por 19 islas e islotes y, a pesar de su reducido tamaño ha sido testigo numerosos acontecimientos.

Un poco de historia

Hace unos 35 millones de años, el movimiento de las placas continentales europea y africana originó la gran Cordillera Bética, de la que Cabrera, Mallorca y las Pitiusas (Ibiza y Formentera) formaban parte. Tras el último periodo glacial, el hielo se fundió, el Mediterráneo recuperó su nivel y Cabrera quedó aislada de Mallorca hace unos 12.000 años.

En el siglo XIV se construyó el castillo que sirvió para proteger la isla de ataques piratas, que continuaron varios siglos después, marcando la historia de las Islas Baleares.

En 1809, tras la derrota en Bailén de los ejércitos de Napoleón, Cabrera fue ofrecida por Mallorca como prisión para los franceses. Mallorca no quería albergar a miles y miles de prisioneros esparcidos por su territorio y creyeron que la mejor opción era concentrarlos en Cabrera, aun sin contar con las instalaciones adecuadas para ello. Ese cautiverio duró cinco largos años y se estima que llegaron entre 6.000 y 9.000 prisioneros, de los cuales, se sabe que solo volvieron 3.600 a Francia.

Cabrera, protegiendo una joya natural de nuestro Mediterráneo
Isla de Cabrera

Biodiversidad única

Cabrera posee una riqueza natural singular y que permanece apenas alterada desde hace varios miles de años. La protección que se le brinda es crucial para que el paisaje siga invariable y continúe siendo una fotografía representativa del Mediterráneo.

Las praderas de Posidonia son de vital importancia ecológica. Dan cobijo a numerosas especies marinas y son las responsables de mantener nuestro mar limpio y sano. En la actualidad sus poblaciones están en regresión; su colonización requiere de siglos porque crece de forma lenta y su tasa de reproducción es escasa. Lamentablemente esta regresión es irreversible y se acelera a medida que el mar es perturbado.

La flora del parque está compuesta por una gran variedad de especies de plantas vasculares, musgos, líquenes y algas marinas. Veinte especies son endémicas de Baleares y una subespecie es endémica solo de Cabrera.

La fauna de Cabrera está compuesta por grandes colonias de aves marinas, meros, pulpos y morenas. Además estas aguas dan cobijo a animales de mayor tamaño, como el delfín mula, el delfín listado, el delfín común, el calderón, el cachalote y la tortuga boba.

Cabrera, protegiendo una joya natural de nuestro Mediterráneo
Fauna característica de la isla de Cabrera

Alternativa turística

Visitar Cabrera es posible mediante barcas (que se reservan previamente) que van desde la Colonia de Sant Jordi y Porto Petro hasta el archipiélago y la experiencia es muy gratificante.

Actividades como esta hacen de Mallorca (y por extensión de las Baleares) un lugar que ofrece más opciones además de la fórmula conocida de sol y playa.

Los parques nacionales son un recurso turístico único, de alto valor natural y cultural y que ha sido poco alterado por la actividad humana. Así, la biodiversidad que encontramos en estos enclaves es una representación excepcional del patrimonio natural de nuestro país.

Así que, ¿qué mejor manera de aprovechar tus días libres que visitando un parque natural? Es una de las mejores formas de practicar el ecoturismo y ser conscientes de aquello que nos rodea y de lo que nosotros emergemos… porque por algo denominamos a la tierra, nuestra madre.

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