Cataluña quiere convertirse en un referente en slow tourism, una tipología de turismo responsable y sostenible que pone énfasis en promover e involucrar a las economías locales para dar a conocer experiencias turísticas culturales y naturales, respetando los lugares visitados. Una nueva filosofía de viaje tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda.
Según explica la directora general de Turismo de Cataluña, Marta Domènech, «el slow tourism permite la oportunidad de explorar destinos poco conocidos en entornos naturales y recorrer parajes de manera inmersiva y a un ritmo lento».
El slow tourism evoluciona de movimientos como slow food y está estrechamente relacionado con el turismo sostenible, el responsable y el ecoturismo, recuerda el departamento de Empresa.
Es por tanto «una filosofía de viaje tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda que engloba seis dimensiones: tiempo, lentitud, alteridad, autenticidad, sostenibilidad y emoción».
«Un producto turístico puede ser considerado slow si cumple ciertos requisitos tales como que se realice en grupos pequeños o individuales, que los paquetes sean guiados o autoguiados o que el agente de viaje que la organice desarrolle relaciones con los agentes turísticos locales», indica la ACT.
La Agencia Catalana de Turismo (ACT) subvencionará con un máximo de hasta 16.000 euros la creación de media docena de productos turísticos que respondan a la filosofía del slow tourism, según informan fuentes de la Generalitat.
La Agencia Catalana de Turismo ha escogido las zonas del Anoia (en colaboración con la Diputación de Barcelona), Garrigues (en colaboración con la Diputación de Lleida), y Ribera d’Ebre (en colaboración con el Patronato de Turismo de Terras de l’Ebre), para entrar a formar parte de los planes piloto del proyecto.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada en Hosteltur «Cataluña subvencionará seis nuevos productos «slow tourism».