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Lecciones que dejó la tercera Cumbre de Turismo Sustentable en Cancún

El Sustainable & Social Tourism Summit se lleva a cabo en Cancún, México desde 2017 y su tercera edición fue un éxito, posicionándose como el evento de turismo sustentable más importante de México. Más de 300 profesionales nacionales e internacionales se reunieron el 24 y 25 de junio para compartir experiencias, proyectos y crear nuevos lazos de colaboración.

El programa del primer día inició con la presentación de Juan Luna Kelser de la Universidad George Washington sobre las tendencias del turismo sustentable, seguido de Verónica Gómez de la Organización Internacional de Turismo Social, quien habló de los desafíos de brindar empleo digno en turismo, siendo un sector que ofrece condiciones particularmente precarias a sus trabajadores. En ese sentido, una de las tareas de la OITS es abogar por los derechos de los trabajadores de la industria.

La inauguración oficial del evento tuvo lugar cerca del mediodía, con la presencia y discursos de importantes autoridades de gobierno, como el Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González y el Secretario de Turismo Miguel Torruco Marqués, así como las palabras de Vicente Ferreyra Acosta, presidente del comité organizador del Summit y Director de Sustentur.

El resto del programa incluyó ejemplos del sector público y privado en cuanto a sus acciones por un turismo sustentable. Los estados de Quintana Roo, Campeche y Yucatán, que forman la Península, presentaron sus estrategias y planes de turismo, además del modelo de sustentabilidad del estado de Guanajuato. Quintana Roo anunció el lanzamiento de su Plan Maestro de Turismo Sustentable al 2030 en el que se comenzará a trabajar este año. Seguramente será un desafío diseñar e implementar este plan, teniendo en cuenta que Quintana Roo es el principal destino turístico de México; recibió más de 14 millones de turistas en 2018 y la mayor cantidad de esos visitantes se concentró en “Riviera Maya” (de Cancún a Tulúm) ejerciendo una importante presión sobre los recursos e infraestructura de servicios.

Por otro lado, el sector privado fue representado por los CEOs de importantes empresas turísticas, como TUI, Alltournative y Hoteles City Express. De particular interés fue la presentación de Ewald Biemans, CEO de Bucuti & Tara Resort Aruba, por su compromiso a combatir el cambio climático. Es el primer hotel certificado como Carbono Neutral en el Caribe, generando el 15% de su energía con sus paneles solares y fue elegido recientemente por la certificación Green Globe como el hotel más sostenible del mundo. Entre sus numerosas buenas prácticas se cuentan la eliminación del plástico de un solo uso, la reutilización de materiales en sus instalaciones y la auditoría de residuos para proceder a su reciclaje, entre muchos otros. Además, el hotel hace partícipes a sus huéspedes con programas de limpiezas de playas y la iniciativa “Pack for a Purpose”

El segundo día de la cumbre fue muy intenso, incluyendo casos prácticos de éxito, proyectos de cooperación multilateral y fenómenos medio ambientales que afectan actualmente al caribe mexicano. La presentación del llamado “Tren Maya” fue la conferencia de apertura, donde Rogelio Jiménez Pons, Director de FONATUR, ente que llevará a cabo el proyecto, habló de cómo se ejecutará la obra y los impactos positivos que generará, al contribuir al desarrollo económico del sureste de la península y a la promoción de sitios arqueológicos menos explotados. El proyecto del tren maya es controversial, ya que unirá destinos turísticos ya sobre densificados, como la antes mencionada Riviera Maya y los estudios de impacto ambiental aún no se han llevado a cabo. Por otro lado, está en duda que sea un proyecto realmente inclusivo con las comunidades locales, aunque el funcionario resaltó que buscan asociarse a los dueños de las tierras cercanas al tren y no comprarlas. El tren conectará los principales destinos turísticos, uniendo a su vez aeropuertos y puertos de la península.

Un panel de proyectos turísticos multilaterales contó con la participación de expertos de PNUD, Conservation International y GIZ, organizaciones que tienen proyectos activos en México en materia de adaptación al cambio climático del sector turismo, manejo integrado de paisajes y usos productivos del suelo conservando la biodiversidad. Otros casos interesantes en México son el destino Maya Kaan, una marca que reúne varias comunidades maya de Quintana Roo, en las inmediaciones de la Reserva de la Biósfera Sian Ka’an. Aquí justamente opera la empresa comunitaria Community Tours Sian Ka’an, quienes a su vez recibieron en la cumbre el reconocimiento como la primera empresa comunitaria carbono neutral de México.

Entre los casos de éxito fuera de México se presentó el modelo de gestión turístico de Costa Rica basado en la oferta y el aprovechamiento de sus recursos naturales a través del ecoturismo; el interesante caso de co-manejo de áreas naturales protegidas en la Isla de Pascua, Chile, donde la comunidad local obtuvo la concesión del Parque Nacional Rapa Nui por 50 años para participar activamente en la gestión del parque con el gobierno estatal. Por último, la experiencia de Málaga, ciudad que debió reinventarse en los años 90’s, apostando por el turismo cultural, y que hoy es una de las ciudades españolas más sostenibles.

El último panel fue dedicado a un tema en boca de todos en los últimos meses: el arribo masivo de sargazo a las costas del caribe mexicano, que preocupa fuertemente al sector turístico ya que las playas de arena blanca y mar turquesa se ven afectadas por estas macro algas que llegan a las costas arrastradas por las corrientes marinas. Este fenómeno se intensificó en los últimos años por el calentamiento de las aguas y el exceso de nutrientes en las mismas, lo cual está relacionado, entre otras causas, a sistemas de drenajes inadecuados que contaminan el mar. Los peligros del sargazo van más allá de arruinar estéticamente las playas del Caribe, ya que el exceso de algas dificulta el paso de la luz solar al fondo del océano, fuente de oxígeno para los corales, y su descomposición produce gases como el metano, deteriorando la calidad del agua.

La recientemente descubierta enfermedad denominada “Síndrome Blanco” está matando especies de corales en las costas de Quintana Roo a un ritmo acelerado, comprometiendo seriamente la capacidad de los corales de brindar numerosos beneficios ecosistémicos a mediano y largo plazo, como la creación de arrecifes que protegen las costas de huracanes, la producción de arena de las playas, entre muchos otros. En este sentido, tuvo lugar en la cumbre la firma del Convenio entre CONANP (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) y la organización Sustainable Travel International, para colaborar en la protección de los arrecifes de Cozumel, con la campaña Support Nemo. NEMO (Natural Environment Marine Observers) es un movimiento de ciencia ciudadana que busca hacer partícipes de la conservación de los arrecifes a turistas y operadores del sector, creando conciencia sobre la importancia de proteger estos ecosistemas. A través de Instagram, subiendo fotos de los arrecifes mientras se bucea o realiza snorkel y usando el hashtag #supportnemo, los ciudadanos pueden ayudar al monitoreo de la salud de los corales, mientras un grupo de científicos evalúa las amenazas para tomar acción.

El cierre de este importante evento lo hizo el filósofo francés Gilles Lipovetsky, haciendo una reflexión sobre la actual sociedad individualista y cómo la concepción del turismo ha cambiado en las últimas décadas, de una demostración de estatus social hacia una expresión de gustos y personalidad. Lipovetsky sostuvo que el turismo es una expresión de ese individualismo a través de la búsqueda de nuevas experiencias en un sistema al cual llamó “hiperturístico” con una segmentación cada vez mayor. Según el filósofo, existe un modelo de turista responsable, interesado en la búsqueda de sentido en sus viajes y que quiere participar de experiencias transformadoras, pero sigue siendo una búsqueda individualista de su propio placer. Con lo cual la calidad del patrimonio natural y cultural es fundamental y la industria turística debe proteger este patrimonio que es su activo principal.

La cumbre de turismo sustentable demostró que existen numerosas iniciativas planeadas y en práctica en la región que siguen el camino hacia la sustentabilidad. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para pasar de los planes a la acción, y tanto el sector público como privado, deben asumir su responsabilidad por los impactos que el turismo genera, ya que los efectos negativos son evidentes en el caribe mexicano.