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El secreto sucio del turismo: La explotación de las camareras de piso

[dropcap]L[/dropcap]os beneficios de la industria hotelera están basados en la explotación de las camareras de piso. La mayoría de ellas son mujeres pobres que viven con el miedo de perder sus trabajos, dice un nuevo informe de Oxfam Canadá titulado: El Secreto Sucio del Turismo: La Explotación de las Camareras de Piso.

En entrevistas con actuales y antiguas camareras de piso de Canadá, República Dominicana y Tailandia, Oxfam concluye con que los hoteles a menudo no les pagan lo suficiente para sobrevivir, les hacen trabajar largas horas sin pagar horas extras y hacen la vista gorda ante las altas tasas de lesiones y acoso sexual en el trabajo.

“No puedes decir nada porque si dices algo, no sabes dónde estarás mañana y si informas, ni siquiera se lo creen.” Cuenta Luz Flors, una camarera de piso en Toronto.

Una camarera de piso en Punta Cana fue hospitalizada con vómitos intensos, a pesar de las repetidas quejas a su supervisora sobre la exposición a sustancias químicas tóxicas. En Toronto, a Leig Eigo se le pidió que entregara un cojín a un cliente, solo para ser recibida por un hombre desnudo en la puerta.

“Se acerca la agitada temporada de vacaciones, y los canadienses necesitan comprender la realidad cotidiana de las mujeres que se aseguran de que sus habitaciones estén limpias y sean cómodas”, admite Diana Sarosi, especialista en políticas y defensa de los derechos de las mujeres en Oxfam Canadá. “La industria hotelera es solo un ejemplo de cómo nuestra economía global depende de la explotación de la mano de obra barata de las mujeres para maximizar las ganancias. Ilustra la enorme y creciente desigualdad del mundo actual.”

Oxfam ha advertido que la brecha entre los súper ricos y todos los demás está aumentando a un ritmo sin precedentes, afectando desproporcionadamente a las mujeres, que son las que conforman la mayoría de los pobres en el mundo. Ten en cuenta que a una camarera de piso en Phuket, Tailandia, le llevaría casi 14 años ganar lo mismo que lo que gana en un solo día el director general mejor pagado de un hotel.

«La vida laboral de las camareras de piso y la de los directores generales de hoteles representan claramente la inaceptable desigualdad que asola en el mundo actual. Esta creciente brecha de riqueza es mala para todos nosotros. Hace que sea más difícil acabar con la pobreza, y tiene consecuencias particularmente adversas para las mujeres», admite Sarosi.

Esta explotación sistemática no es inevitable. El informe de Oxfam encontró que cuando las mujeres se sindicalizan hace que ganen salarios y beneficios dignos, tengan mayor seguridad laboral y experimenten menos estrés y menos lesiones. Sin embargo, la resistencia de la empresa y el clima de miedo creado por la dirección hacen que la coordinación en el sector hotelero sea extremadamente difícil, especialmente en los países en desarrollo.

«Los gobiernos de todo el mundo deben responsabilizar a las corporaciones de las violaciones de los derechos laborales y tomar medidas para la equidad salarial», dijo Sarosi. «Tanto los políticos, las empresas y como el ciudadano de pie, desempeñan un papel importante para poner fin a la explotación laboral de las mujeres. Necesitamos construir un movimiento en el que todo el mundo participe para garantizar que el trabajo de las mujeres se pague de forma justa y se valore por igual».

Puedes leer el informe completo (en inglés) en El secreto sucio del turismo: La explotación de las camareras de piso.