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Agroturismo: la práctica que marca la diferencia

Una palanca para el crecimiento económico del territorio, una diversificación de los ingresos de los agricultores, una experiencia de inmersión en un entorno rural y la concienciación social y medioambiental: este es el cóctel explosivo del agroturismo. Esta forma de turismo, que ha tenido cierto éxito en los últimos años, contiene los elementos esenciales para ayudar a construir el turismo del mañana. Hoy me acompaña Emilie Couillard, cofundadora de Exquisito Perú y de la Fundación Impact Eat, para dar un poco de luz a esta tendencia que está marcando la diferencia para los tiempos post-pandemia.

El agroturismo es una forma alternativa de turismo que pretende crear experiencias en entornos agrícolas para compartir la gastronomía, la pericia y las historias de los territorios. Rico por las diversas actividades presentes en la producción agrícola, el agroturismo cuenta con un variado y atractivo catálogo de productos, que van desde el simple alojamiento en la granja hasta la inmersión en la actividad junto a los agricultores-anfitriones, pasando por las visitas temáticas, la gastronomía y la venta de productos agroalimentarios. En Quebec, el agroturismo ha tenido éxito gracias a la creciente atracción por el medio rural, acompañada de un importante éxodo urbano.

Un turismo lleno de significado

Mientras las tendencias del turismo del futuro convergen cada vez más hacia una práctica más consciente y responsable en las zonas rurales, el agroturismo se asoma inteligentemente. De hecho, los turistas buscan un significado en su consumo turístico, aspiran dar y recibir, así como a explorar y aprender. Por su parte, el agroturismo ofrece un concentrado de actividad, encuentro e inmersión a través de experiencias agrícolas cada vez más diversas y variadas. Los agricultores no son originalmente profesionales del turismo, por lo que hay una cierta autenticidad en su relación con los visitantes, así como en las actividades ofrecidas, que invitan al turista a sumergirse en el campo, descubrir una historia, establecer un diálogo, escuchar anécdotas y conocer actividades.

«También es una oportunidad para promover las prácticas ancestrales y las tradiciones patrimoniales que tiene cada una de las comunidades, para valorar la biodiversidad respetando el medio ambiente.»

Emilie Couillard
Agroturismo la práctica que marca la diferencia

Una visión sostenible y una ambición regeneradora

El agroturismo nos invita a redescubrir la gastronomía local directamente en las raíces de su concepción, animando a los turistas a cambiar su perspectiva sobre la comida y a repensar su consumo. Esta actividad turística también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el transporte de productos alimenticios, al ofrecer la degustación y la venta directamente en el lugar. Una forma diferente de vender y consumir, acompañando la transición ecológica y sostenible de cada vez más actores de la agricultura ecológica o biodinámica. La noción de desarrollo sostenible está, pues, muy impregnada en el agroturismo, aportando también una visión regenerativa sobre el territorio a través de la producción y el consumo local, la participación en talleres y actividades, así como la transmisión de conocimientos agrícolas, sin olvidar la regeneración del interés de los lugareños por su territorio.

«Otro aspecto que motiva a las comunidades es la revitalización de las zonas rurales, para ellas es fundamental que los jóvenes encuentren formas de implicarse en su entorno y quieran quedarse. El éxodo rural es un problema importante en Perú, así que si el turismo puede limitar sus efectos nocivos, ¡misión cumplida!»

Junto al agroturismo, la «regeneración» se plantea en tres dimensiones: la regeneración de los recursos a través de agro experiencias inmersivas, la regeneración sociocultural con la transmisión de conocimientos, historia y saber hacer, así como la regeneración como visión y modelo, con el lugar del turismo en el desarrollo territorial.

Un enfoque de la diversificación económica

Esta misma visión regenerativa del turismo implica una transición a aplicar en la industria, en un modelo de complementariedad y diversificación. La crisis económica provocada por la situación sanitaria del covid-19 nos ha mostrado rápidamente que todas las estructuras y actividades relacionadas exclusivamente con el turismo se han encontrado en grandes dificultades. A diferentes escalas y según el grado de concentración de la actividad turística en el destino, nos dimos cuenta de que para ser sostenibles, o incluso regenerativos, es necesaria una cierta diversificación económica.

«Nuestra iniciativa nació, en primer lugar, de la evolución de nuestra propia empresa. De hecho, nuestro operador turístico Exquisito Perú se especializa en turismo gastronómico y nuestra principal clientela está compuesta por turistas internacionales. Obviamente, nos ha afectado mucho la crisis relacionada con COVID-19, por lo que hemos tratado de diversificar nuestras actividades para acercarnos al público local sin perder de vista nuestra misión.»

Las estructuras se han visto obligadas a encontrar una actividad sustitutiva para sobrevivir a la ausencia de turistas en los territorios, según las habilidades, los medios y las aspiraciones de cada uno. Nacido de la fusión de la agricultura y el turismo, la esencia del agroturismo presenta una visión complementaria y dinámica de la actividad turística dentro de un territorio, con el objetivo de mejorarla y enriquecerla, y no hacerla dependiente.

“Los productores están muy motivados para desarrollar una actividad […] El turismo es una forma de diversificar su economía, sin dejar de lado su actividad principal, la agricultura. […] Uno de los principales objetivos de Impact Eat es formar a los productores para que puedan utilizar el turismo como herramienta de desarrollo. Es decir, generar una nueva actividad económica, complementaria a la suya, ofreciendo visitas más largas o más cortas, siempre en función de la capacidad de cada uno.»

Forma de adaptación e innovación, el agroturismo se presenta como una tendencia que marca la diferencia, tanto por su práctica a escala territorial como por su visión en el sector. Esta forma alternativa podría afirmarse como una verdadera palanca de crecimiento y dinamización territorial, ya que estamos en la fase de emprender el turismo de forma diferente y viajar de forma diferente.

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