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Reducir el desperdicio alimentario por las personas, por el planeta

Frutas, verduras frescas, yogur, queso, refrescos, vinos, leche, carne y pescado. Esta enumeración bien podría formar parte de nuestra lista de la compra o ser la descripción de lo que alberga la nevera de casa. Sin embargo, se trata de los alimentos que con mayor frecuencia acaban en la basura de los hogares españoles. En tan solo un año, el volumen de esa comida y bebida desechada alcanza los 1.339 millones de kilos/litros. A nivel global, la cifra se eleva hasta los 1.300 millones de toneladas según datos de la FAO. Dicho de otro modo, esto significa que un tercio de los alimentos globales no llegan a utilizarse y que los recursos implicados en su producción, distribución y venta van a parar a la nada. Y eso no es todo. Según un informe elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, solo el desperdicio alimentario causa el 10% de los gases de efecto invernadero. Ante estos datos, la pregunta es obligada: ¿cómo podemos acabar con el despilfarro de comida?

Para Gema Escrivà de Romaní, directora general del Banco de Alimentos de Madrid, una regulación que permita llevar lo que restaurantes y negocios desechan a personas en situación de vulnerabilidad ayudaría a abordar el objetivo de acabar con el hambre. En todo el mundo millones de toneladas de alimentos acaban en la basura sin ni siquiera pasar por nuestro plato, mientras que el 10,5% de la humanidad sufre desnutrición. Por eso, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se orienta en garantizar el hambre cero.

El presidente de Madrid Restaurantes Sostenibles y jefe de sala del restaurante Coque, Diego Sandoval, coincide con esta idea: «el primer paso para acabar con el desperdicio es mirar hacia atrás, volver a la cocina de nuestros abuelos donde los alimentos se aprovechaban al máximo porque tenían un gran valor». Con este horizonte y la misión de convertir el sector de la restauración en uno más sostenible, nació en 2011 el movimiento colaborativo de Madrid Restaurantes Sostenibles que reúne a entidades, profesionales y empresas para transformar el sector en uno más respetuoso con el medio ambiente. Una de las actividades más recientes llevadas a cabo por el movimiento es el de utilizar los desechos alimentarios como compostaje para huertos propios.

Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Ethic: Reducir el desperdicio alimentario por las personas, por el planeta.