Es sólo una colilla por el alcantarillado, la toallita del bebé por el retrete, una bolsa de plástico olvidada a la orilla del mar, un preservativo usado con prisas detrás de unos arbustos y ahora, más que nunca, una mascarilla en medio de un descampado donde juegan los niños. Son estampas conocidas y por conocer que tienen un denominador común: la sensación de impunidad del acto incívico como si el planeta no fuera finito.
El lobby del plástico vive en plena fiesta mayor con un crecimiento exponencial en su producción mundial gracias al boom de millones de mascarillas de un solo uso para evitar la propagación del coronavirus.
Para que nos hagamos una idea, sólo Italia estima que necesitará 90 millones de máscaras durante un mes .Y eso sólo es el principio. Tarde o temprano, tanta mascarilla tenía que aparecer por algún lado. Así lo testifica Oceans Asia en su visita a las islas Soko, cerca de Hong Kong. Las mareas y las corrientes marinas trajeron consigo miles de mascarillas usadas, dejando un panorama desolador. “Cuando de repente tienes una población de 7 millones de personas con una o dos máscaras al día, la cantidad de basura generada será considerable”, dicen los activistas. Aunque no hay que ir tan lejos para encontrar la misma tragedia medioambiental. “El litoral cántabro amenazado por el abandono de mascarillas y guantes en sus costas”, titulaba El Diario Cantabria hace tan solo unos días.
Desde Vivir sin plástico no creen que haya que lanzar un mensaje diferente para desechar correctamente las mascarillas desechables que para desechar correctamente cualquier otro residuo. “Puede ayudar a concienciar desde el punto de vista sanitario, pero los que ahora tiran mascarillas al suelo o por el váter son las mismas personas que antes de la pandemia tiraban toallitas por el retrete o colillas al suelo. Ahora hay más basura porque se usan más desechables, no porque haya habido un cambio en nuestra percepción sobre la basura que generamos. Por eso pensamos que el mensaje debería ser el mismo: hazte responsable de los residuos que generas, son tuyos, no del ayuntamiento ni de las personas de la limpieza”.
Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por Traveler: “Más mascarillas en el mar que en la boca: la pandemia que viene”.